viernes, 2 de abril de 2010

ES DEMASIADO TARDE


Señor, ahora es demasiado tarde para callarte.
Has hablado demasiado. Es demasiado tarde para que te dejen hacer.
Has luchado demasiado.
Has llamado "raza de víboras" a la gente que detenta el poder.


Les has dicho que su corazón era un negro sepulcro bellamente adornado a muchos líderes religiosos.
Has abrazado a los podridos leprosos.


Has hablado descaradamente a los extranjeros vulgares. Has comido con pecadores públicos y has dicho que las prostitutas serían las primeras en el Reino.


Te has complacido con los pobres, con los piojosos, con los paralíticos.


Has cumplido desastrosamente tus deberes religiosos, ¡ya ni sabes lo que es guardar el día sábado!


Has querido interpretar la Ley y reducirla a un solo mandamiento: toda la Ley traducida en el verbo amar, ha sido demasiado...


Ellos ahora se vengan. Ya los escuchas, vienen por ti. Han ido a denunciarte...