miércoles, 30 de septiembre de 2009

PRINCIPIO DE REALIDAD Y CONFRONTACIÓN


Los seres humanos, según la psicología, que es disciplina mezcla entre ciencias exactas y filosóficas, somos entidades bio-psico-sociales.


Por ocuparme en el presente artículo, solo de uno de los múltiples aspectos de la teoría freudiana acerca de la psicodinamia del ser humano, hablaré solo de la realidad vs. el placer.


Según la teoría freudiana, funcionamos, básicamente bajo dos principios: El principio de placer y el principio de realidad. Según Freud funcionan de la mano: uno explica al otro, o, no se explica el uno sin el otro.



El principio del placer nos hace buscar descargar nuestras pulsiones por los medios mas cortos e inmediatas. Lo quiero ahora y lo quiero ya. Los niños muy pequeños son un ejemplo excelente.


A muy grandes rasgos, debo aclarar que Freud no habla de instintos (instink ) como de pulsiones (trieb). Una pulsión tiene su fuente en un estado de excitación corporal, busca suprimir ése estado y es en el objeto en el que alcanza su fin de descarga.


Posteriormente el sujeto, logra mediante el aprendizaje de la realidad asimilar que, solo se puede obtener la satisfacción buscada a través de aplazamientos.


Por ejemplo, no obtengo de inmediato una relación sexual solo por tener ganas, debe haber todo un componente de aplazar mi deseo, hasta que el momento sea propicio y el objeto adecuado socialmente, para mi, para mi satisfacción personal y para el otro también. Entonces he conectado adecuadamente el principio de placer con el de realidad, pero piensen en el ejemplo que se les de la gana...


Cuando somos niños, adquirimos una nueva estructura psíquica en la decepción, entonces, formamos en nuestra mente lo que es realmente el mundo exterior y ésa es nuestra realidad.


Bueno, el caso es que optamos muchas veces por desviarnos, ya de adultos, de éste principio, porque no lo consolidamos (¡oh de nosotros!) a tiempo.

Hablo que todo ésto se conforma de forma inconsciente.


Una cosa que me agradecen mis pacientes, es que yo no les de libros para leer y que no los apapacho, ni a ellos ni a sus síntomas, que no los consiento o les hablo indirectamente. Hablo con franqueza, de hecho, demasiada si se me permite la expresión. Al pan pan y al vino vino.


No se puede intentar salir de un atolladero mandando pañuelos desechables y sentándose junto al infortunado que se haya en el fondo del pozo, para platicar mientras vemos como Dios nos ayuda.


Éste tipo de técnica en psicoterapia se llama confrontación.


Es bueno, porque en primer lugar, nos permite desmitificar tabués y prejuicios y en segundo, porque nos confronta con la realidad, tal cual.


Uno no puede imaginar lo benéfico que resulta para los seres humanos ser ubicados en la realidad.


Dejar las fantasías atrás...no las que nos hacen soñar sino las que nos hacen sufrir lo indecible...en resumen, dejar de esperar lo que no ha de suceder, de arreglar lo inarreglable.


Otro ejemplo claro, la dinámica de las familias en las que hay algun tipo de adicción o abuso. Ahí tiene ustedes al alcohólico, todo gira a su alrededor, y la pareja y los hijos muchas veces también, hacen todo lo posible porque no se enfrente con las consecuencias de sus actos. Si está borracho lo evaden haga lo que haga, y si está con la cruda, le preparan su enchiladitas y le traen su cerveza ¿En medio tan propicio, como le caería la realidad de su enfermedad encima?, definitivamente no se lo facilitan.


O la madre que sabe que su pareja abusa de uno de sus hijos, y se queda callada, aún cuando otros la confrontan, niega la realidad...fenómeno presente casi en todos éstos casos.


El adicto que es irresponsable y sus cercanos le siguen dándo dinero para que no se meta en más problemas....


Entonces es que debe intervenir un elemento de confrontación externa.


Para no hacer mas daño que bien.


Contradictoriamente, si lo seguimos cubriendo, no tendremos un acto de amor sino de complicidad y ahí es que debemos analizar para que nos sirve seguir siendo cómplices de la conducta de alguien.


Ahora, no se trata de que vayamos por la vida confrontando a todo mundo, yo lo hago porque para éso me pagan.


Se trata de decidir que en ciertos casos, lo mejor es no hacer nada, porque haciendo algo hacemos mas daño que bien.


Lo único recomendable será enviarlos derechito a la realidad de sus actos y con el psicoterapeuta mas ad hoc. Por favor, háganlo, para éso existimos gurús profesionales, en serio.


Al final, la realidad en la que debemos aplazar nuestra satisfacciones, o enfrentar las consecuencias de nuestra conducta es muchísimo mas rica que la otra, en la que la negamos o la evadimos. Es el único camino que nos lleva a la madurez y a la autonomía. A ser adultos independientes y sanos mentalmente.


Sin éso, solo somos pobres diablos guiados por nuestros mecanismos neuróticos y si tarde o temprano la cosecha de lo que sembramos nos alcanzará, mas vale que sea temprano para poder re-direccionar nuestra vida.


Y para éso nunca es tarde y el beneficio es enorme.
Hace mucho bien ayudar y comprender al semejante, pero es malo si no se acompaña de confrontación, lo cual implica muchas de las veces, mas que hacer, dejar de hacer por y para alguien.


Claro que al final, cada quien lo hace si quiere, con o sin confrontaciones...
Y pues...cuando éso pasa exclamaremos: ¡ que lástima!...pero allá cada quien y su libre albeldrío...éso también es principio de realidad...