lunes, 8 de diciembre de 2008

MI EPISTOLARIO: SOBRE LAS PALABRAS


Hola Elizabeth...muchas gracias por tener el buen cuidado de escribirme, son lindas tus letras y bastante gratificador a este corazón que se agita constantemente por no hallar letras que le ayuden a continuar... y de alguna manera tus palabras son como agua fresca que lidia un poco la sed interna de las reinvidicaciones verbales...Muchas gracias!!! Deseo que estés bien y que el Dios de la vida guié siempre tu camino... Con profunda admiración. Jere.


HOLA JEREMIAS:

Híjole...no pude resitir la tentación de responder a tu comentario en mi página, quizá es cierto que las virtudes dependen de las disposiciones del cuerpo, como decía Tomás de Aquino...

Seguramente es, también, que, cuando hablas de palabras que se hacen indispensables para continuar, me hago completamente empática con tu expresión y tu sentir: es que las palabras no son paliativos, son esencia, son vida, son inconsciente, son presente, son...

Cómo cuando hablas del Dios de la vida, que no existe sino que es...

Las palabras se arrojan, uno no sabe hasta dónde es que llegarán, y es que necesitan, requieren, buscan, ser resignificadas, no solo en la psicoterapia, sino en todo espacio que lo posibilite, creo que internet es muy noble en ése sentido, si tenemos cuidado de no arrojar basura, no nos será devuelta...

Yo sentí que tus palabras me hicieron abrevar de un manantial claro, fresco, limpio...

Gracias, me haces cariñitos el alma...