lunes, 15 de febrero de 2010

NIVEL DE PELIGROSIDAD Y JUSTICIA IMPUNE


Las conductas antisociales, siempre se van a presentar en los grupos humanos. No hay de otra, si alguien anda diciéndoles lo contrario es un utópico y un insensato.




Quizá he tomado ésta perspectiva contundente, por mi práctica profesional de muchos años, en las cárceles de éste país. Allí nadie se readapta, sino que los que salen bien librados es porque, en suma, no presentaban un Trastorno Antisocial de la Personalidad, y entonces la pasaban mal, pero al salir ya no les quedaban ganas de juntarse con los mismos...el resto son refractarios al tratamiento, en especial, los violadores, razón por la que estoy a favor de la castración hormonal, para ésos individuos.




Claro que causas de como y porqué llega el individuo a delinquir solo o en grupo, hay muchas, y ya se han teorizado ampliamente a lo largo de la historia de la criminología: van desde lo antropológico, positivista, clínico-criminológico, hasta las teorías de la reacción social.




El medio juega un papel fundamental en el desarrollo humano, una familia criminógena, como le decimos en la ciencia criminológica, por supuesto, transmitirá modelos de éste tipo: un individuo, que se desarrolla en un medio ambiente criminógeno, dónde hay presencia de alcoholismo, prostitución, pandillerismo o delincuencia organizada, ya acabó por joderse y será un futuro delincuente. Lo "normal" para ellos es el robo, el maltrato, el abuso de sustancias. Sus padres lo hacen y ellos también.




Si alguien adopta conductas antisociales como beber, juntarse en pandillas, hacerse tatuajes con simbolismos delictivos, o adquiere adicciones a sustancias ilegales, muy seguramente dará el paso hacia las conductas anti-sociales, que son las que la ley tipifica y sanciona. Como si una persona que ya ha probado la mariguana o el alcohol, es fácil que dé el salto a drogas mas duras, que si no lo ha hecho.




También esta la etiología psíquica de los criminales, es decir, los que no son delincuentes comunes. Provienen de núcleos familiares disfuncionales, en los que hay abuso, maltrato, o hasta psicosis familiar o de alguno de los progenitores.




En el caso de las mujeres delincuentes, se ha investigado que hay un sesgo distinto acerca del porqué delinquen. Tiene que ver con ser mujeres y ser sujetos de una cultura patriarcal y de género ambivalente. Basta con darse una vuelta por los penales con población femenina.




Las estadísticas pueden decirnos con que frecuencia ocurre un delito, de que tipo y con que frecuencia, pero no puede decirnos porque ocurre, ésos, son los contenidos que se estudian en psicología forense y en criminología.






Partiendo de ésta premisa, abundantemente documentada, debemos tomar medidas para prevenir las conductas delictivas y/o antisociales y para sancionarlas.




En éste país, una vez coptados en las cárceles, los delincuentes verdaderos, tienen que hacer méritos para reducir el tiempo de condena, se llama remisión parcial de la pena y es un beneficio de ley, que no es factible para todos los tipos delictivos, pero si para muchos. El delincuente puede ser excarcelado luego de bastante tiempo, si y solo si, el Consejo Técnico Interdisciplinario (CTI) al interior de la prisión aprueba que su caso sea factible de ser observado, pero, además, deben realizarse pruebas psicológicas, pedagógicas, de trabajo social y criminológicas.




También se realizan éstos estudios periódicamente en los centros penitenciarios para traslados de dormitorio o a otras prisiones. Por ejemplo si desean pasar mas cómodamente su condena en la playita, en Islas Marías. Yo, personalmente, visité dicha colonia penitenciaria, por asuntos relacionados con lo que menciono. No debe haber violadores por ahí, así todo queda entre familia delictiva, delincuentes genéricos o específicos.




Un aspecto relevante en todo éste proceso, es el hecho de que el centro debe emitir un estudio de personalidad que dictamine el grado de peligrosidad del delincuente, para saber si debe, finalmente, ser beneficiado con la remisión parcial o no.




Bien, todo ésto no sirve de nada, si los jueces o los encargados de tomar decisiones en base a éstos trabajos inter y multi disciplinarios, no hacen su trabajo en consecuencia.




Que pena enterarme hoy, de que un sacerdote veracruzano, salió en libertad, luego de documentarse ampliamente su participación activa en actos de pornografía infantil por internet.




El juez adujo que: "no se había violentado, en manera alguna, la moral pública". Los niños violados, no son caso, el tráfico de imágenes pornográficas tampoco. Resulta que aquí lo relevante es lo moral. Absurdo y falso. Lo relevante aquí no es si es sacerdote o no, pero si lo es el que se trata de un delincuente peligroso, que muy seguramente, apuesto doble contra sencillo, saldrá a seguir con lo mismo afectando a la sociedad en su conjunto y a individuos, que son seres humanos, con historias concretas.




También, la semana pasada, salió libre, aquí en la Ciudad de México, otro violador de mujeres, que cometía sus atrocidades en el metro, disfrazándose de mujer. ¿Si un violador es refractario al tratamiento, como es que lo dejaron salir?. Simplemente inaudito.




Además de la afrenta al sistema de justicia, está la afrenta a la sociedad y, por sobre todas las cosas, a los individuos afectados por éstos delincuentes, curiosamente, se trata de población vulnerable, como son los niños y niñas y las mujeres.




Es sabido que entre los individuos, pertenecer a determinados grupos, llamados vulnerables, como ser mujer, menor de edad, indígena, homosexual o gente con capacidades especiales, o en situación de calle, de la tercera edad o ser parte de un tipo de características socio-demográficas especificas, como la pobreza, la marginación o un bajo nivel de escolaridad, aumenta el riesgo de ser victimizados. tampoco veo ése análisis en las estúpidas decisiones de éstos jueces.




Parece que en éste país como dice Lyotardan La Colonia Penitenciaria: "si no haces correr la sangre, la ley no es descifrable"




Además veamos que las víctimas de éstos delitos, y de muchos otros, a pesar de sus pesares y de ser vulnerables y estar en cursando un Trastorno Por Estrés Post-Traumático, se dieron a la valiente tarea de la denuncia. ¿Para que? para que dejen libres a sus agresores, dañándolos aún más, siendo doblemente victimizados, como es el caso de las mujeres violadas, que, además son expuestas en un proceso de investigación espantoso, en el que son vejadas nuevamente, para que la denuncia pueda proceder.




Aunque Jesús advirtió que habría lobos que se acercarían a la manada para comerla y no para procurarla, en el caso del sacerdote, la justicia es la que debería haber hecho su parte, la iglesia en cambio, hasta hizo trabajar a un grupo de abogados de la diócesis a la que pertenece éste inadaptado y delincuente, quien usufructúa lo divino bajo su sotana.




Y ésta es la justicia, o al menos, una parte de ella, en nuestro México lindo y querido, si muero lejos de ti...




Creo que debemos denunciar éstas prácticas anti-éticas, que ponen a la justicia y a las normas que regulan a una sociedad, en vilo, y la vulneran aún más, para seguir el proceso en el que el delincuente, seguirá actuando bajo toda impunidad.




Porque si no funciona la justicia impartida por el Estado a través de los poderes a quienes otorga ésta facultad, entonces: ¿hablamos de un Estado en agonía?...ahora la justicia también goza de impunidad...porque delinque...éso si que es una disonancia cognitiva profunda para mi...